viernes, 22 de febrero de 2019

Cinco diseñadores: diálogos y rupturas


Colecciones y divergencias en el mundo fashion


El mundo de la moda es un espacio definido por la existencia de quiebres y continuidades. En esta oportunidad quiero presentarles una serie de analogías y de diferencias entre las propuestas de Elsa Schiaparelli, André Courrèges, Yves Saint Laurent, Jean Paul Gaultier y Alexander McQueen.

Colecciones    

En primer lugar, estos creadores apostaron a la experimentación, logrando giros importantes en el mundo fashion, sobre todo, en relación con las tendencias que les precedían. Así, por ejemplo, podemos citar el caso de Elsa Schiaparelli quien sustituyó los collares de perlas de Chanel por collares de plásticos, por lo que la propuesta de la diseñadora italiana hoy es considerada como una revolución en el plano de los accesorios.

En segundo lugar, encontramos el diálogo que estos diseñadores establecieron entre la moda y las otras artes, tal es el caso de las colaboraciones de Salvador Dalí para con Elsa Schiaparelli, o los vestidos de Yves Saint Laurent que reprodujeron los cuadros de Mondrian y que revolucionaron el campo de la alta costura. O bien, las celebradas creaciones que realizó Jean Paul Gaultier para el cine. En el caso de Alexander McQueen, este diálogo se dio en el homenaje que el modisto le rindió a Alfred Hitchcock.

En tercer lugar, ubicamos el modo en que borraron los límites establecidos entre la llamada moda masculina y femenina, creando faldas para hombres (Gaultier, 1985) y pregonando, como lo hacía Yves Saint Laurent, que el esmoquin era una pieza esencial del guardarropa femenino.

Divergencias

En cuanto a las diferencias, podemos encontrarlas en el modo en que estos artistas concibieron sus creaciones y la manera en que las ligaron, o no, con lo dinámico y vital.

Por un lado, tenemos a André Courrèges quien no sólo revolucionó la fisonomía de la moda con la silueta Space Age, sino que además, junto a Cardin y a Rabanne, impulsaron el uso de las nuevas tecnologías aplicadas al campo de la moda. Las prendas de Courrèges pegadas al cuerpo sentaron las bases del lifestyle y fueron consideradas como antecesoras de los leggins. Esta propuesta, sumada a la creación de la minifalda, rebela una concepción vitalista de la moda, es decir, creaciones fuertemente ligadas con la sensualidad y, como sabemos, esta es una forma manifiesta de decir lo vital.

Por el contrario, el diseñador Alexander McQueen encontró su fuente de trabajo e inspiración en las ardides emparentadas con el cine de terror y en las escenas sadomasoquistas. Sus creaciones fueron consideradas piezas de un museo raro y, contrariamente a la propuesta de Courrèges, se vinculan como lo oscuro, con lo nocturno y visceral, rasgo propio del cine de terror. En este sentido, la idea de sus creaciones como partes de un museo nocturno, por asociación, se vinculan con la imagen del mausoleo y la muerte.   

En suma, estos cinco diseñadores poseen puntos de contactos tales como la innovación, el diálogo entre la moda y las otras artes y buscaron trascender las distinciones genéricas. En cuanto a las distancias, en algunos encontramos una propuesta nocturna y mortuoria que se opone a lo vitalista y dinámico.  

© Juan Páez. Love is love: Gaultier (CCK, CABA, 2018)


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