sábado, 15 de agosto de 2020

El sector cultural en tiempos del COVID-19


El impacto del COVID-19 vino a reconfigurar la dinámica mundial. En el ámbito cultural, la pandemia aquejó fundamentalmente a los países dependientes del mercado global. Las medidas de distanciamiento social y la cuarentena obligatoria afectaron especialmente al sector cultural y a toda su cadena de valor, fragilizando aún más la situación de los profesionales de la cultura. Frente a esta incertidumbre, brindar un panorama claro resultó clave para establecer planes de acción.

UNESCO

El cierre de los museos, teatros, bibliotecas, mercados, parques y atracciones turísticas y el movimiento de personas limitado, golpeó con fuerza la vida cultural y la industria del turismo en los países con mayor número de casos. La crisis, en este sentido, generó un desajuste financiero que se refleja en la pérdida de numerosas fuentes de trabajos, tal es el caso del Cirque du Soleil que anunció la despedida del 95% de sus trabajadores.

No obstante, muchos creativos mantienen una actitud positiva y participan proactivamente en actividades en línea para transmitir su creación en forma digital y comunicarse con el resto de la sociedad.

Twitter de Valeria Lynch

Esto dinámica se dio en diversas partes del país, como ocurrió, por ejemplo, en la ciudad de Rosario cuando durante tres días hubo un cruce epistolar entre autores, entrevistas para seguir en vivo desde las redes, lecturas de poesía, muestra de ilustradores rosarinos y una nueva sección. Participaron, entre otros invitados, Claudia Piñeiro, Osvaldo Aguirre, Federico Falco, Débora Mundani, Beatriz Vignoli y Santiago Venturini.

En este contexto, los gobiernos trataron y tratan de ayudar desde el plano normativo, buscando soluciones para proporcionar un mejor acceso a la cultura y la información pública, procurando extender ayudas sociales para los artistas y los trabajadores informales del sector cultural.

El Gobierno Nacional, en sintonía con el Ministerio de Cultura de la Nación, adoptó diferentes medidas para mitigar los efectos de la pandemia. La cultura de la solidaridad fue un elemento guía en las decisiones de la cartera, apuntando a un objetivo irrenunciable: la vida y la salud de todos los argentinos y argentinas.

Entre otras acciones llevadas a cabo, se encuentra el empleo de las instalaciones de Tecnópolis para establecer allí una unidad sanitaria destinada pacientes leves que requieran internación. O bien, la utilización del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur para la fabricación de máscaras protectoras destinadas al personal de salud y de las fuerzas de seguridad. También, el trabajo del Teatro Nacional Cervantes que nucleó equipos rotativos de trabajadoras y trabajadores del sector de sastrería y vestuario, para la confección de tapabocas en los talleres de vestuario.

En materia de financiamiento, se sostuvo el Programa Puntos de Cultura, el Fondo Desarrollar que consiste en un fondo de ayuda para el sostenimiento operativo de espacios culturales multifuncionales, el Programa Músicas Esenciales. Sonidos de la Argentina, los concursos del Fondo Nacional de las Artes, entre otros tantos.