Presentación
de cuando vengas, te cuento de Juan
Páez
(Ed.
Apóstrofe, Jujuy, 2018)
Tony
Zalazar
(07 de
setiembre de 2018, Biblioteca Mariño, Corrientes)
“Amor o pérdida” sintetizó un poeta cuando le
preguntaron qué es la poesía. “Amor o pérdida” repitió, y dando un elocuente
puñetazo sobre la mesa se retiró de escena. Clarito y vibrante quedó el
concepto en el auditorio.
cuando vengas, te cuento es un libro de amor y también un libro de pérdida.
Es el libro en que Juan reconstruye su vida junto a Jorge, su pareja fallecida
que no deja de aparecérsele con la fuerza vital e inmanejable del dolor. El
recuerdo del doliente es una voz filosa, obsedida y certera, una voz que dicta
oraciones contra el olvido, mientras se aferra a las piernas del presente. Y
esta voz sobreviene con la lluvia, en los sueños, con ciertas canciones, y en
cada cosa que detone la lágrima o encienda el motor de la memoria. Amar es no
resignarse a la pérdida –A (prefijo de negación) Mors (muerte)- es luchar por
mantener vivo al ser amado. Amar, más allá de la muerte, es armar y rearmar los
juegos, las discusiones, los proyectos, los accidentes, los viajes, las
comidas, los cuidados, y cualquier experiencia compartida con el ser amado,
porque bajo la luz del amor todo adquiere mayor sentido, o al menos un sentido
único y universal.
Juan como poeta y como amante busca palabras
delicadas, serenas y sutiles para reconstruir con dignidad la experiencia más
patética de la vida, y aunque siente que las palabras después de la muerte
carecen de sabor y de calidez, reconoce que escribir es sobrevivir a ese golpe
fatal, y esas palabras son la única fuerza capaz de alejar del olvido a su
amor, y de curar de alguna manera el propio corazón. Sobreponerse a la
conmoción es ponerse a escribir sobre el amor. Y con escenas cotidianas Juan
hace presente y abierta la vida vivida. Nos invita a condolernos y a sentir lo
frágil de la existencia. En el vertiginoso remolino del tiempo, la poesía de
Juan pone pausas para ver lo que queremos. Detalles tiernos, pizquitas de
humor, acciones y reacciones divertidas, bellos paisajes y pasajes preciosos,
hacen que este libro no sea sólo un lamento, sino también la celebración cabal
de una vida bien vivida junto a quien se eligió para latir mejor.
La literatura si no alcanza a proyectar la
esperanza, va a lanzar al menos su manto de consuelo. Y la poesía aquí
contenida tiene el poder de conjurar el tiempo, de disponer ante los ojos del
lector todas las luchas, romances y cuidados de una persona común que le hace
frente a los inexorables golpes de la muerte. En cada poema la intimidad se
abre -el que ama no se cierra en el egoísmo posesivo, sino que comparte su amor
con el resto- y en esta apertura despiertan las emociones que nos hacen
humanos, que nos hermanan en los sentimientos y en la búsqueda constante del
amor que nos sustente.
La poesía como ya sabemos no es más que amor y
pérdida, y la poesía de Juan, en cuando vengas, te cuento, es una
promesa que el poeta se encarga de cumplir con la creación de un hogar de
papel, donde el silencio se aquieta y se siente cómo una historia inolvidable
fluye ojos adentro. Juan nos cuenta su historia de amor y cuenta con nuestros
ojos para reunirse amorosamente con Jorge más allá del tiempo, y para luchar
contra el olvido, que es la conocida muerte.
© Estefanía Ceballos. cuando vengas, te cuento (Corrientes, 2018) |
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