El Fondo Nacional de las Artes
abrió una convocatoria a becas para realizar un Taller de capacitación en
poesía a cargo de Osvaldo Bossi. Para presentarse hay tiempo hasta el 5 de junio.
Osvaldo Bossi nació en
Ciudadela, provincia de Buenos Aires. Es poeta y narrador- Entre sus libros de
poemas publicados se encuentran: Tres (1997), Fiel a una sombra (2001), El
muchacho de los helados y otros poemas (2006), Ruego por el tornado (2006),Del
Coyote al correcaminos (2007), Esto no puede seguir así (2010), Casa de viento,
antología personal (2011) Y su novela Adoro (2009). Forma parte de diversas
antologías de poesía argentina y latinoamericana. Colabora como crítico en
distintos medios especializados. Desde hace años, se dedica a la escritura y a
la coordinación de talleres.
A continuación comparto una entrevista
realizada por Pablo Moreno* para su blog 1 poeta 10 preguntas.
Disponible en https://sites.google.com/site/10preguntaspara1poeta/osvaldo-bossi
1-¿Dónde se encuentra el germen
de tu creación? /// quizás, si es por el origen:¿Cómo te
involucraste, cómo caíste? Y si es por el método: imagen,
contenido, experiencia, sonido; qué gatilla el poema?
No se cuando comienza un poema. Conozco
el momento en que el poema aparece, pero cuando esto ocurre, bueno, digamos que
ya es tarde, estoy atrapado en el vértigo de la escritura. Aunque antes, es
cierto, cuando uno lo piensa, se da cuenta que hubieron merodeos,
borradores que aparentemente no conducían a nada pero que eran el germen de un
poema futuro. Después, no hay tiempo. Escribo casi al dictado, escuchando
esa música que acarrea sentido, como decía Auden, sonido y sentido, todo al
mismo a tiempo; pero nunca puedo detectar con claridad el comienzo,
sino sería maravilloso porque podría provocarlo a voluntad… Es raro,
porque se trata de una escena que se repite y que olvido, y que cada tanto
(¡por suerte!) se vuelve a repetir.
2- Las influencias son necesarias
e inevitables, a veces hasta deseables pero ¿cómo logra liberarse de
ellas? ¿Se es más libre cuando se han sacudido las influencias?
Las influencias son como puentes,
revelaciones de algo que, de algún modo, ya estaba en nosotros. Las más
fuertes, las más importantes, se dan (al menos en mi caso) en la juventud; ahí
también se detectan enseguida. Después, el tiempo, la pérdida de
respeto a las instituciones literarias y la necesidad de escribir algo que
tuviera que ver más con uno mismo, con mis preocupaciones quiero decir,
hicieron el resto. El lenguaje se fue acotando, es cierto, también los temas,
pero adentro de esa jaula, paradójicamente, yo me siento más libre. Puedo
escribir, o al menos intento escribir, lo que tengo ganas. Y eso, que parece
tan simple, es acaso el mayor desafío para cualquier escritor.
3- Cree que la poesía actual
hecha en Argentina es comparable a aquella de los años vanguardistas construida
en torno a la revista Martín Fierro, y sus grupos de Florida y Boedo?
Creo que sí, al menos en su deseo de construir una rivalidad que, en todo caso, se encuentra dentro y no afuera. Es una batalla entretenida y bastante pueril. Sirve para pasar el tiempo. Como los poetas no escribimos constantemente como lo hacen, uno se imagina, los novelistas, hay que inventarse algo todos los días. Revistas, polémicas, recitales de poesía, rivalidades literarias… Una verdadera contienda imaginaria, que - si no te la tomás en serio- no le hace mal a nadie. Lo que sí me preocupa, y observo con reprobación, es el patoterismo literario, y toda forma de prepotencia. .
4-¿Qué te parecen los mecanismos
alternativos de difusión de las obras poéticas? que han sido alabados en igual
medida que criticados///
Me parecen maravillosos. Un
bosque virtual, donde hay de todo y algunas cosas valen la pena y otras no
tanto. Yo me he sumado con lentitud. Llegué tarde a la máquina de escribir,
tarde a mi primer computadora, y recién ahora tomé la iniciativa de armar un
blog en donde incluir los poemas y los poetas que admiro. Tarde, pero seguro,
como la estrella, decía Goethe… Ahora no creo que lo abandone nunca
más.
5- Cual es el pacto que
estableces con el lector? ¿Es populista hacerse entender? el virtuosismo,
es soberbia?
La verdadera lucha es con el
lenguaje, y dentro del lenguaje, con la retórica, con las formas establecidas,
pasadas, actuales o venideras. Cuando leo a Sandro Penna
indefectiblemente me siento artificioso, pero no importa, estoy en buen camino
si elijo su poesía como meta. Un lenguaje directo no tiene por qué
ser simple, y hasta quizás ocurra todo lo contrario Lo cierto es que cada vez
me aburren más las formas canonizadas. Admiro a poetas como Jattin, Ginsberg,
Alda Merini… Es cierto que estaban bastante locos, pero bueno, no veo otra
manera de escribir poesía que no sea corriendo ese riesgo.
6-¿Creés que el poeta, como tal,
tiene un compromiso social particular, o más bien se trata de una sensibilidad
más expuesta a los males de la sociedad?
El único compromiso de un poeta
es, en última instancia, con la poesía que escribe. De ahí, si hace un buen
trabajo, nacen los otros comprosimos, como un desprendimiento.. A la inversa
-me parece- ocurriría una calamidad. Poemas que son consignas políticas, y
consignas políticas que no llegan a ser poemas. Gelman, por ejemplo, me parece
en este sentido un poeta extraordinario, pero no siempre se da esa luminosa
coincidencia entre forma y contenido. La mayoría de las veces se nota la
intención.
7- Hay varios lugares comunes:
toda poesía es política, el subjetivo es político, etc. Cómo, según tú, se
articularía lo político en literatura, desde el retrato. Desde la queja?
Desde la disección de la realidad?
Quizás la construcción de un
sujeto, en estos tiempos donde la subjetividad es borrada olímpicamente, sea la
verdadera intervención política. Pero es algo que no pienso en términos de escritura,
sino de persona. Luego, supongo, esto se verá reflejado (o no) en lo que
escribo. En mi caso, al menos, nunca es en contra de algo, sino a favor de eso
que, de otra forma, se moriría. Cierta manera de estar en el mundo, cierto
sentido del bien y del mal, y de la belleza, fuera y dentro de la literatura,
si es que se puede hacer esta división. …
8- Cuál fue el último libro de
poesía que leíste?
Los tres que te nombré más
arriba. Ginsberg sobre todo, un verdadero descubrimiento. Tardío, por supuesto. Frente
a su concepto de lo sagrado, por ejemplo, todo lo demás me parece pedante y sin
ningún atractivo, fuera de un interés especializado. Guinsberg y las coplas de
Violeta Parra. Y los relámpagos de Sandro Penna.
9- Cómo te sitúas en el dilema
arte premeditado v/s arte no premeditado; mapa del poema v/s
escritura sobre la carne caliente del asunto?
Escribo generalmente "sobre
la carne caliente del asunto”, pero en frío. Como si estuviera afuera del
acontecimiento, que es la única forma de escribir, por otra parte. Pero no
necesito que pase mucho tiempo. Apenas el objeto o el tema que
suscitó el impulso poético se convierte en poema, el primero
desaparece y da lugar a otra cosa. No se puede estar vivo en dos lugares a la
vez, decía Margaritte Durás, y creo sinceramente que es así. Un poco
melancólíco, es cierto, pero la melancolía en un gran remedio, y de esto,
creeme, no tengo la menor duda.
10- Según tu criterio. Que poeta
vivo que habría que releer en la actualidad?
No lo sé. Y si lo supiera, no le
impondría a nadie esa obligación. Cada poeta encuentra sus lectores,
a la larga. ¿No lo decía Pessoa, o uno de sus heterónimos? Si son buenos,
encontrarán la luz.
* Septiembre del 2011
Ahora, comparto un poema de Osvaldo Bossi publicado en su
libro Chicos malos.
A Facundo no le gusta dormir
A Facundo no le gusta dormir,
dice que pierde tiempo y vida
durmiendo, y se resiste
a ser atrapado por las huestes del sueño,
aunque venga el propio Morfeo, en persona
y deposite sobre su mesita de luz
un vaso de leche tibia.
Yo lo acaricio entonces.
Acaricio su inmensa espalda
como si estuviera alisando
uno por uno, los pliegues que se forman
sobre las sábanas del mar.
A veces
él apoya su turbada cabeza
sobre la almohada, cierra los ojos
y deja que ese montón de agua traslúcida
se lo lleve; pero enseguida se despierta
y escucha, en lo oscuro
el galope febril de esos fantasmas
que lo tienen a maltraer.
Aunque yo le cite
aquellos versos famosos
de Calderón de la Barca...
Abre sus negros ojos
atravesados por ochocientos relámpagos
y vuelve a repetir, insistente,
que él no quiere caer
en ese pozo sin fondo
que se devora los minutos.
--Tiempo, hermoso tiempo, dice
que no se puede recuperar, y no podremos nunca ¿te das
cuenta? nunca
recuperar... No importa si son las tres de la tarde
o las cuatro de la mañana.
Aunque yo me quede despierto
a su lado, y le prometa guardar cada uno
de esos diminutos relámpagos
adentro de esta pequeña embarcación
que algunos entendidos en literatura llaman poema,
y es tonta poesía nada más: poesía
como todo, o casi todo, deseo de amor.
Pero no hay, no habrá nunca
un poema que guarde lo inmenso,
lo desolado que se vuelve este mundo
cada vez que mi amigo
cierra los ojos y se duerme.
Cierra los ojos y se duerme
en esta orilla vacía que es ahora mi cuarto
(o cualquier otro cuarto)
cada vez que Facundo se aleja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario