Este artículo fue publicado el 16 de junio de 2013 en el diario digital Cabo Suelto, Jujuy. A continuación comparto dicha nota y también el enlace así pueden visitar el periódico.
Las décadas de 1940 y 1950 marcaron un momento de cambio en
el campo literario del noroeste argentino, que fue acompañado por un movimiento
de tinte ideológico y político orientado a resituar a la región en el escenario
nacional. Los escritores abandonan los ecos modernistas y se distancian paulatinamente
del folklorismo costumbrista para incursionar en un tipo de literatura de corte
social con influencias neorrománticas, con la que pretenden proyectar al hombre
y al paisaje de la región hacia lo universal.
Son numerosos los aspectos que podrían
definir este periodo, entre los cuales encontramos la mezcla de las artes. Las
obras literarias solían acompañarse con obras pictóricas, un claro ejemplo de
ello es el poemario “En el tiempo
labrador” de Néstor Groppa, cuyo interior alberga cinco grabados realizados
por los artistas Luis Pelligrini, Victor Rebuffo, Menardo Pantoja, Carlos
Giambiagi y Pompeyo Audivert. Asimismo, la Revista Tarja, de la que Busignani
era co-fundador, se caracterizaba porque justamente sus tapas solían ser obras
pictóricas.
Mario Busignani es una figura importante de este periodo: abogado de profesión, fue, junto a otros escritores como Jorge Calvetti, Andrés Fidalgo, Néstor Groppa y el pintor Menardo Pantoja, co-director de la ya mencionada Revista Tarja. Publicó numerosos libros, entre los cuales destacamos Imágenes para un río (1960) cuya diagramación y cuidado de la edición estuvo a cargo de Néstor Groppa. Este poemario incluye una serie de gradados realizados por el artista plástico Luis Pellegrini. Esta edición fue numerada, el ejemplar que conserva la Biblioteca Popular de la ciudad de San Salvador de Jujuy es el ejemplar número 108.
Mario Busignani es una figura importante de este periodo: abogado de profesión, fue, junto a otros escritores como Jorge Calvetti, Andrés Fidalgo, Néstor Groppa y el pintor Menardo Pantoja, co-director de la ya mencionada Revista Tarja. Publicó numerosos libros, entre los cuales destacamos Imágenes para un río (1960) cuya diagramación y cuidado de la edición estuvo a cargo de Néstor Groppa. Este poemario incluye una serie de gradados realizados por el artista plástico Luis Pellegrini. Esta edición fue numerada, el ejemplar que conserva la Biblioteca Popular de la ciudad de San Salvador de Jujuy es el ejemplar número 108.
La obra de MB tuvo una gran difusión ya que en ella era posible
rastrear no solo un manejo cuidadoso y sutil del lenguaje y de la forma, sino
un compromiso con la denuncia por la búsqueda de una igualdad social. El manejo
de las formas tradicionales y vanguardistas de la poesía, sumado a la temática
por la que se caracterizaba, le permitió trasformarse en un escritor de
renombre y llegar a ser integrante de la Academia Argentina
de Letras.
Imagen y la poesía.
Poemas
acompañados con obras pictóricas vuelven al libro un objeto de arte: la imagen
y la palabra, la plástica y la literatura, el escritor y el artista se
sostienen para brindarle al lector un objeto único. Las relaciones entre imagen
y poesía pueden entenderse en varias direcciones, entre otras, la imagen con el poema. En 1970, Mario
Busignani publicó Cifras de la apariencia,
poemario cuya carta-prólogo fue escrito por Manuel Mujica Lainez y cuyos dibujos
en su interior pertenecen al pintor Carlos Torrallardona; este libro fue
editado con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes. A continuación
transcribimos un poema denominado Río
Yala [Pág. 27-28]
De
minerales viñas sustentado
en
soledad y hoguera fría creces
y
en repetido ser desapareces
tras
de tu cuerpo siempre despeñado.
Tu
soltura de líquido venado
encelas
en tropel de ariscas reses
y
en grito y sangre y músculo padeces
tu
estación de guerrero enamorado.
A
vibradora sien enaltecido
tu
savia elemental –tu fiel latido–
en
pájaro y corola se consuma.
Retorna
un tiempo de infantil sosiego
cuando
mi corazón añoso entrego
al
rumor de tu fábula y espuma.
Dibujo de Carlos Torrallardona |
El cuerpo que se despeña es el del río, que fluye, crece y desaparece. La voz poética describe ese fluir y al hacerlo monta una escena donde la agitación constante del agua da cuenta de lo vital que colma la imagen. Sin embargo, esa misma imagen es un tanto difusa, puesto que ubicar las palabras de manera tal que “cumplan” con la métrica de los versos –en su mayoría endecasílabos– origina un retrato impreciso, similar a las imágenes indefinidas que permanecen en algún recodo de la memoria. Es curioso que en el poema se nos hable de “soltura” cuando la métrica ajusta los versos, lo que nos llevaría a pensar en que el sentimiento desmesurado ahoga la significación al hacerla evidente, por el contrario, si este está medido, posibilita que esa pasión devenga creación y polisemia.
Hacia el final del soneto, la voz
poética asume una primera persona “mi corazón” en el pronombre posesivo, y de
esta manera se posiciona frente a ese otro, que es el río, con quien dialoga
desde el inicio del soneto, y al que apela a lo largo del poema tanto en la
persona de los verbos como en los pronombres posesivos de segunda persona: “creces” “desapareces” “tu cuerpo” entre
otros.
La relación entre “tu cuerpo” “Tu
soltura” “tu savia” “–tu fiel latido–” “tu fábula espuma” resume el tema del
poema: el viaje al pasado, es decir, al tiempo de la infancia, posibilitado por
la contemplación de las aguas del “Río Yala”. El latido remite al movimiento, y
al vértigo, de saberse diferente de aquel otro, al que ahora descubre en la
“espuma”. La voz late en el poema y confiesa la comunión entre hombre y
naturaleza, donde el fluir ya no es solo la del agua ni el de la vida, es el
fluir de la voz cuando necesita rescatarse a sí misma. La figura del Busignani,
su obra y su poética son testimonios de una época de gran actividad cultural en Jujuy, una especie
de “primavera dorada” que significó una revolución respecto a las concepciones
que, hasta entonces, se tenía acerca del arte y la literatura.
A Mario
Busignani, por la sutileza poética en sus versos, a él este homenaje.
Visitá:
www.cabosueltodiario.com
Junio - 2013.
Me encantó Juan. Ya lo había leído, pero esta nueva lectura me fue más grata. Así pasa, no? Qué gran poeta Busignani, una escritura clásica que no pasa de moda.
ResponderEliminarMe encantó Juan. Ya lo había leído, pero esta nueva lectura me fue más grata. Así pasa, no? Qué gran poeta Busignani, una escritura clásica que no pasa de moda.
ResponderEliminarMuchas gracias Juan. Un pequeño detalle, al fina del poema, falta la palabra "de", entre "fábula" y "espuma". Saludos, Carlos de Tucumán.
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